Las personas sedentarias se deben enfocar en pequeños aumentos en su nivel de actividad y no obsesionarse con las recomendaciones de salud pública sobre el ejercicio, según una investigación reciente.
Los objetivos actuales indican 150 minutos de ejercicio a la semana, o 30 minutos de actividad física al menos cinco días a la semana, para reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades del corazón.
Aunque no hay por qué abandonar esos estándares, no deben ser el mensaje principal sobre el ejercicio para las personas inactivas, plantearon expertos en dos análisis distintos que aparecen en la edición del 21 de enero de la revista BMJ.
Cuando se trata de mejorar la salud y el bienestar, algo de actividad es mejor que nada, según uno de los autores, Phillip Sparling, profesor de la Facultad de Fisiología Aplicada del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta.
"Piense en el ejercicio o la actividad física como un continuo en que lo aconsejable es subir un poco en la escala y ser un poco más activo, en lugar de pensar en un umbral específico que se debe alcanzar antes de conseguir algún beneficio", planteó.
Para las personas inactivas o que se enfrentan a problemas crónicos de salud, una meta semanal de 150 minutos de ejercicio podría parecer inalcanzable. Como resultado, quizá se desanimen y ni intenten incluir ni unos minutos de actividad física en su día, advirtió Sparling.
Las personas que creen que no pueden alcanzar unas metas ideales de ejercicio con frecuencia entonces no hacen nada, según Jeffrey Katula, profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Salud y el Ejercicio de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte. Esa mentalidad de "todo o nada" es común, dijo.
Se pueden lograr beneficios de salud haciendo menos que la cantidad recomendada de actividad física, según el autor del segundo análisis, Philipe de Souto Barreto, del Hospital de la Universidad de Toulouse, en Francia.
Por ejemplo, su revisión de seis estudios encontró que en comparación con no hacer nada, caminar entre 1 y 74 minutos a la semana puede reducir el riesgo de muerte por todas las causas en un 19 por ciento.
En esencia, mientras más actividad física se hace, mayor será la respuesta, explicó Katula. "Algo de ejercicio es mejor que nada, pero más es aún mejor", aseguró.
Unos aumentos menores en la actividad física podrían gradualmente conducir a un ejercicio más intenso, anotó Sparling. "Una vez se haya establecido una rutina y una mentalidad, añadir más actividad podría ser más fácil", planteó.
Pero, ¿puede un paseo de cinco minutos de verdad mejorar la salud? Los beneficios de salud del ejercicio varían según la cantidad que se hace y el tipo de actividad, pero en realidad ese no es el mensaje, de acuerdo con Sparling.
"El punto principal es que caminar más y más actividad ligera para las personas mayores habitualmente sedentarias pueden mejorar el bienestar general y la capacidad de sostener la capacidad para las actividades cotidianas", comentó.
Las directrices para el ejercicio no deben constituir un escenario "generalizado" para toda la población, sugirieron los expertos.
Sparling y sus coautores dijeron que las discusiones sobre el ejercicio para las personas que han sido sedentarias se deben enfocar en dos objetivos sencillos: pasar menos tiempo sentados y moverse más. Recomiendan ponerse de pie o pasear durante al menos un minuto o dos como descanso por cada hora que se permanezca sentado. También recomiendan 30 minutos de actividad ligera al día, como andar mientras habla por teléfono, ponerse de pie y moverse durante los anuncios de la tele, y hacer varios paseos cortos durante el día.
La clave para permanecer motivado es hacer que el ejercicio sea una experiencia positiva que la gente disfrute, anotó Katula.
Ofreció consejos adicionales para ayudar a las personas a permanecer motivadas:
Las personas deben comprender lo que piensan y lo que sienten sobre la actividad física", aconsejó Katula.
"Los adultos sedentarios por lo general han sido sedentarios toda su vida por unos buenos motivos. Comprender esas barreras puede ayudar a las personas a vencerlas".
2-Conozca sus preferencias.
Para los que se levantan temprano, esperar hasta el final del día para hacer ejercicio quizá no sea realista. "Averigüe qué le funciona, y entonces hágalo", dijo Katula.
3-No se dé por vencido.
Todo el mundo se salta alguna sesión o tiene un mal día. Comprender que los contratiempos a corto plazo son una parte normal del proceso puede ayudar a las personas a aceptarlos y a volver al buen camino, aseguró.
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