
La infección de las uñas por hongos, condición conocida como onicomicosis, es una de las entidades más frecuentes de la consulta dermatológica y las cifras van en aumento debido a la presencia de numerosas condiciones predisponentes.
Al respecto, uno de los factores más importantes es la edad avanzada, ya que los ancianos sufren otros problemas crónicos de salud, como diabetes o insuficiencia circulatoria que abonan el camino para la ocupación de las uñas por parte de microorganismos patógenos. Así, 48% de los sujetos mayores de 70 años exhibe manifestaciones clínicas compatibles con el diagnóstico de onicomicosis.
De igual manera, las situaciones asociadas a inmunosupresión, como cáncer, SIDA o exposición a quimioterapia, constituyen otros elementos que precipitan la entidad. Sin embrago, hay un elevado número de personas que presentan infección ungueal sin pertenecer a los grupos anteriores: gente que tenga las manos húmedas durante espacios de tiempo prolongado, psoriásicos, malos hábitos de higiene...En general, los factores que predisponen a un paciente a presentar hongos en las uñas son superponibles a los que hacen que tengamos hongos en otras partes del cuerpo como los pies.
Más de 50% de las enfermedades que atacan la uña son causadas por hongos y, entre ellos, más de 80% corresponden a dermafitos: Trichophyton rubrum y Trichophyton mentagrophytes. Las levaduras, en especial Candida albicans, son responsables apenas de 5% a 17% de los cuadros, mientras que otros gérmenes (Scopulariopsis, Scytalidium, Acremonium, Aspergillus y Fusarium) son los agentes etiológicos en menos de 5 % de los casos.
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