Los hallazgos podrían ayudar a las familias a prepararse y a dar su respaldo en las decisiones sobre el cuidado del final de la vida.
Unos investigadores afirman que han identificado 8 señales físicas específicas que indican con firmeza que alguien con un cáncer avanzado está viviendo sus últimos días.
Los investigadores se centraron en las señales características que presenta un paciente al que le quedan, como mucho, solamente tres días de vida. Se espera que esta información ayude a los familiares y a los demás cuidadores a manejar mejor una muerte inminente, además de a que estén más preparados para las decisiones que se tengan que tomar durante la atención del final de la vida.
"Creo que el mensaje de fondo es que nuestro estudio identificó varias señales clásicas que los médicos, los enfermeros e incluso los familiares cuidadores pueden observar a pie de cama, lo que puede ayudarles a determinar con confianza que el paciente está en el fin de sus días", dijo el autor del estudio, el Dr. David Hui, profesor asistente en el departamento de cuidados paliativos y medicina de rehabilitación del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston.
Hui también afirmó: "creemos que estas señales podrían aplicar tanto a los pacientes de cáncer como a los que no tienen cáncer, porque estas señales se producen como parte del proceso natural de estar muriendo".
Para recopilar su lista, los investigadores monitorizaron los cambios físicos que se produjeron justo antes de la muerte de más de 350 pacientes de cáncer en etapa avanzada. Recibían tratamiento en uno de estos dos centros oncológicos: uno en Estados Unidos y otro en Brasil. Todos los pacientes estaban en la unidad de cuidados paliativos de agudos (del final de la vida).
Se tomó nota de los cambios físicos dos veces al día, según el estudio.
Durante este periodo de tiempo, más de la mitad (el 57 por ciento) de los pacientes fallecieron. Y al final, los autores se decidieron por ocho indicadores que parecían ser los que predecían la muerte inminente con la mayor exactitud.
Éstos eran: la incapacidad de cerrar los párpados; la disminución de la capacidad de reaccionar a la estimulación visual; la reducción de la capacidad de reaccionar a los sonidos y a las palabras; la caída de la musculatura facial; que las pupilas no reaccionen; la hiperextensión del cuello (esto provoca que la cabeza se incline más hacia atrás al acostarse); gruñidos de las cuerdas vocales, y una hemorragia del tracto digestivo superior.
"Es importante indicar que solamente una pequeña proporción de los pacientes podrían tener cada una de las señales antes de fallecer", dijo Hui, "aunque la mayoría presentarían al menos una de las señales en los últimos tres días de vida. La presencia de estas señales sugiere con firmeza que en los próximos tres días se producirá la muerte. Pero la ausencia de estas señales no sugiere que no se producirá la muerte".
en el 5 por ciento de los pacientes, mientras que otras se observaban en casi el 80 por ciento durante los últimos tres días de vida, según el estudio.
Hui también advirtió que siempre habrá excepciones a la regla, y la lista de su equipo no cubrirá todas las situaciones. Las excepciones, comentó, incluirían casos de muerte súbita o cuando los pacientes de la unidad de cuidados intensivos respiran a través de una respiración asistida.
El Dr. R. Sean Morrison es director del Instituto de Cuidados Paliativos Lilian and Benjamin Hertzberg de la Escuela de Medicina Icahn del Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. Dijo que, aunque los médicos ya están muy familiarizados con las señales de muerte inminente, la lista podría ser útil para las familias que pasan por dificultades para adaptarse a una serie de circunstancias que les desorientan.
"En la comunidad de cuidados paliativos, esto se comprende muy bien", indicó Morrison. "Y ciertamente esto no es solamente con respecto al cáncer. Esto aplicaría a cualquier persona que esté muriendo de una enfermedad cardíaca, pulmonar o incluso de demencia, porque los síntomas que se han identificado en esta población con cáncer son casi universales para cualquiera que se acerque al final de su vida".
"Pero desde una perspectiva clínica, como médicos, no creo que esta lista vaya a ser muy útil", añadió. "Porque de lo que estamos hablando aquí es realmente de personas a las que les quedan horas de vida y que no pueden reaccionar o no se muestran interactivos o están esencialmente en coma a punto de morir. De modo que yo esperaría que, al llegar este momento, la conversación sobre los objetivos del paciente y las necesidades de la familia ya se hubiera producido mucho antes, junto con cualquier decisión sobre los análisis de sangre y los tratamientos".
Aun así, Morrison dijo que la lista podría "ser útil para la familia, y para ayudarnos a orientar a las familias. Porque una de las cosas con las que las familias se enfrentan es cuánto tiempo les queda con su ser querido. Y no siempre somos muy buenos prediciendo eso. De modo que esto podría dar a las familias una idea del tiempo que puede durar la vigilia".
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