Un tratamiento experimental destruye y luego 'reinicia' el sistema inmunitario.
Una terapia experimental que destruye y luego "reinicia" el sistema inmunitario ha otorgado tres años de remisión a un pequeño grupo de pacientes de esclerosis múltiple (EM), afirman unos investigadores.
Alrededor de ocho de cada diez pacientes que recibieron este tratamiento no habían tenido eventos adversos tras tres años. Y nueve de cada diez no experimentaron avances ni recaídas de su EM, señaló el autor líder, el Dr. Richard Nash, del Instituto de Cáncer de la Sangre de Colorado en el Centro Médico Presbiteriano/St. Luke's en Denver.
"Creo que todos pensamos que es una terapia viable", dijo Nash. "Aún tenemos que realizar un ensayo clínico aleatorio, pero hasta ahora estamos todos bastante impresionados, con respecto a lo que hemos visto".
En la EM, el sistema inmunitario del cuerpo ataca al sistema nervioso por algún motivo desconocido, dirigiéndose en particular a la capa aislante que cubre a las fibras nerviosas, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Las personas con la forma más común, conocida como EM con recaídas remitentes, sufren ataques de empeoramiento de la función neurológica, seguidos por periodos de recuperación parcial o total (remisiones).
Con el tiempo, a medida que el daño se acumula, los pacientes sufren de debilidad física, tienen problemas con la coordinación y el equilibrio, y padecen de problemas con el pensamiento y la memoria.
Esta nueva terapia busca restaurar el sistema inmunitario al destruirlo usando quimioterapia de dosis alta, y entonces reiniciarlo usando las células madre de la sangre del propio paciente. Los médicos recogen y conservan las células madre del paciente antes del tratamiento, y las reimplantan tras la quimioterapia.
"Debido a que muchas células inmunitarias se destruyen, hay un reinicio inmunitario tras el tratamiento", dijo Nash.
Nash y sus colaboradores tuvieron la idea basándose en un tratamiento similar que reciben sus pacientes de cáncer de sangre. "Sabíamos el profundo efecto que la terapia de dosis alta y el trasplante podían tener sobre el sistema inmunitario de los pacientes de linfoma y mieloma", apuntó.
Hace tres años, un grupo de 24 pacientes de EM con recaídas remitentes se sometieron a la terapia. Los investigadores planifican darles un seguimiento de cinco años, para ver qué tan bien funciona el tratamiento.
Hasta ahora, el 78 por ciento de los pacientes se han visto libres de eventos, lo que los investigadores definen como supervivencia sin muerte ni enfermedad por una pérdida de la función neurológica, recaídas clínicas ni lesiones nuevas en el sistema nervioso vistas en escáneres de imágenes.
Alrededor del 90 por ciento de los pacientes han disfrutado de una supervivencia sin progresión, y el 86 por ciento no han sufrido una recaída clínica.
Nash dijo que su terapia podría revolucionar el tratamiento de la esclerosis múltiple, que ha dependido de unos costosos medicamentos biológicos y de terapia dirigida que bloquean el sistema inmunitario.
"Los agentes que usamos no son caros. El mayor gasto es la atención de respaldo", dijo Nash, y anotó que las reacciones adversas y los riesgos de salud son los mismos que experimentan los pacientes de cáncer que reciben trasplantes de médula ósea o de células madre. "Los agentes disponibles se han encarecido mucho. Tratar la EM quizá se haya vuelto más rentable".
Pero Nash anotó que todavía no se ha probado que la terapia cree una mejora duradera. "Estoy seguro que muchos pacientes nos llamarán, pero todavía estamos en la etapa investigativa de esto", dijo.
Otro experto se mostró de acuerdo. Bruce Bebo, vicepresidente ejecutivo de investigación de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (National Multiple Sclerosis Society), dijo que la investigación es interesante pero que necesita más seguimiento.
"Quizá aquí haya algo, pero todavía no se sabe hasta que veamos los resultados de un ensayo de mayor tamaño y mejor controlado", planteó.
Bebo también dijo que este método tendría que ser evaluado en comparación con las terapias farmacológicas actuales para la EM.
"Conlleva un riesgo significativo. Usan fármacos de quimioterapia bastante potentes para destruir el sistema inmunitario, y conlleva un riesgo de mortalidad", advirtió.
En las dos últimas décadas, varios cientos de pacientes de EM han recibido un tratamiento experimental similar, dijeron los autores de un editorial que acompaña al estudio en la revista, el Dr. Mateo Paz Soldan de la Universidad de Utah, y Brian Weinshenker de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
En esos estudios anteriores, la supervivencia sin progresión fue de entre menos de un 40 por ciento hasta casi un 80 por ciento entre los dos y los tres años. "Cuanto más largo era el seguimiento, más bajas eran las probabilidades de que la enfermedad continuara si progresión", escribieron.
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