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Descubre 1 paso clave en la adicción a la cocaína


Investigadores de la Universidad de Copenhague han dado un gran paso para obtener un antídoto para la cocaína. En un trabajo que se publica en «Journal of Biological Chemistry», los investigadores danesas aportan nuevos datos sobre el mecanismo de un transportador de dopamina quepodría ayudar al desarrollo del futuro tratamiento médico contra la adicción a la cocaína. «Una mejor comprensión de la función del transportador de dopamina no permitirá avanzar en el desarrollo de un antídoto contra la adicción a la cocaína», asegura Claus Loland, quien recuerda que actualmente no existe un tratamiento médico disponible para la adicción a la cocaína.
La dopamina es una molécula de señalización en el cerebro que está implicada en la sensación de recompensa y motivación y, por lo tanto, en la adicción. Los investigadores han visto que el transportador de la dopamina actúa como un aspirador molecular que elimina la dopamina liberada, controlando así su señalización. Este hallazgo de que es posible controlar el acceso de la dopamina a su lugar de unión en la proteína es, señala Loland, clave. «Hemos identificado dos aminoácidos en las proteínas que rompen y forman una interacción», que podría ser algo como una «señal para la unión de la cocaína y otras drogas similares».
Según el Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías, la cocaína es la segunda droga ilegal más consumida en Europa, después del cannabis. Una vez en el cerebro, la cocaína funciona en gran parte al ocupar o bloquear ocupante, los sitios del transportador de dopamina en las neuronas en el cerebro. Esto evita la recaptación de dopamina por las neuronas que la liberan, permitiendo así que permanezcan mayores concentraciones de dopamina en la sinapsis durante un período prolongado de tiempo, lo que causa la euforia inicial y recompensa.

Inhibidores

La cocaína actúa como un inhibidor del transportador de dopamina, pero los investigadores han visto que otros inhibidores que a pesar de que se ligan al transportador de dopamina con la misma fuerza que la cocaína no producían la misma respuesta estimuladora cuando se administraba a las ratas.
Gracias al uso de la farmacología molecular y bioquímica los expertos fueron capaces de analizar las funciones del transportador de dopamina mutado y vieron que su función era diferente al no mutado. Los expertos creen que si logran descubrir, a nivel molecular, por qué son diferentes se habría dado un gran paso para el desarrollo específico de inhibidores no estimuladores que evitaría la posterior unión de la cocaína en el cerebro y, por tanto, producir un antídoto. «Nuestro objetivo en este caso es que la cocaína no se active y que el antídoto inhiba la respuesta estimuladora», concluye Loland.

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