Cada seis minutos se produce un ictus en España - unos 100.000 casos de accidente vascular encefálico anuales -, siendo la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda en hombres. Se estima que un tercio de los pacientes con ictus fallecen por esta causa, mientras que el 40% arrastrará una discapacidad que les impedirá valerse por sà mismos. Su aparición provoca más incapacidad y muertes prematuras que el alzhéimer y los accidentes de tráfico juntos.
¿Qué es el accidente vascular encefálico? En medicina se conoce por accidente cerebrovascular (ACV) a la brusca interrupción del flujo sanguÃneo al cerebro, que origina una serie de sÃntomas variables en función del área cerebral afectada. Existen distintos tipos de ACV:
1-Accidente vascular encefálico isquémico, que ocurre cuando una arteria que suministra sangre al cerebro queda bloqueada, reduciendo o interrumpiendo el flujo de sangre y, con el tiempo, ocasionando un infarto en el cerebro. Aproximadamente un 80 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares son isquémicos. Los coágulos de sangre pueden ocasionar isquemia e infarto de dos formas. Un coágulo que se forma en una parte del cuerpo fuera del cerebro puede trasladarse a través de los vasos sanguÃneos y quedar atrapado en una arteriacerebral. Este coágulo libre se denomina émbolo y a menudo se forma en el corazón. Un accidente cerebrovascular ocasionado por un émbolo se denomina accidente cerebrovascular embólico, ocurre con frecuencia relacionado con arritmias cardÃacas (como la fibrilación auricular) y, a menudo, son la causa del émbolo. Un músculo cardÃaco que no está palpitando fuertemente o con regularidad puede causar estancamiento de la sangre en el área del corazón, lo que genera la formación de un coágulo que puede desprenderse y viajar hasta el cerebro.
2-Accidente cerebrovascular trombótico, que es ocasionado por una trombosis. Una trombosis es la formación de un coágulo de sangre en una de las arterias cerebrales que permanece fijo a la pared arterial hasta que aumenta de tamaño lo suficiente para bloquear el flujo de sangre al cerebro.
3-Accidente vascular encefálico hemorrágico. En un cerebro saludable, las neuronas no entran en contacto directo con la sangre. El oxÃgeno vital y los nutrientes que las neuronas necesitan de la sangre llegan a las neuronas a través de paredes delgadas de los capilares cerebrales. Cuando se rompe una arteria en el cerebro, la sangre pasa al tejido circundante y perturba no sólo el suministro de sangre, sino el equilibrio quÃmico delicado que las neuronas requieren para funcionar. A este tipo de accidente cerebrovascular se le llama accidente cerebrovascular hemorrágico. Estos accidentes hemorrágicos representan aproximadamente un 20 por ciento de todos los ataques cerebrovasculares.
SÃntomas. DeberÃan alertarnos la presencia - en forma brusca - de problemas para hablar, leer o escribir, la pérdida de fuerza en una parte del cuerpo, falta de visión en uno o ambos ojos, visión doble, inestabilidad al caminar, mareos, vértigos o vómitos y dolor de cabeza súbitos. Existen también los llamados accidente cerebro vasculares transitorios (AIT), denominados «miniaccidentes cerebrovasculares », que se producen cuando un coágulo sanguÃneo obstruye transitoriamente una arteria del cerebro o del cuello. Esto impide que una parte del cerebro reciba la sangre que necesita. Los sÃntomas son similares a los de un accidente cerebrovascular grave. Pueden comenzar súbitamente y generalmente duran unos minutos. El pronóstico depende del tipo de accidente cerebrovascular sufrido y también de la prontitud con la cual se reciba el tratamiento. La recuperación puede ser total o puede haber alguna pérdida permanente de la función. Es importante insistir en que, ante cualquiera de los sÃntomas que anuncian un ictus, se llame con prontitud al servicio de urgencias. Cifras Es la segunda causa de muerte y de discapacidad a largo plazo en los paÃses desarrollados. En España es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en los hombres. También supone la primera causa de invalidez permanente en el adulto y la segunda de demencia.
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