Un estudio apunta a unos riesgos más altos entre los expuestos a esteroides en el útero.
Las personas que nacieron de forma muy prematura podrían tener un riesgo más alto de lo normal de trastornos de ansiedad y algunos otros problemas de salud mental, incluso en la treintena, sugiere un estudio reciente.
Esos riesgos, encontraron los investigadores, parecieron particularmente elevados entre los que habían sido expuestos a un esteroide prenatal.
Los corticosteroides se administran comúnmente a las mujeres embarazadas en peligro de parto prematuro, para ayudar a acelerar el desarrollo pulmonar del bebé y reducir el riesgo de complicaciones que pueden amenazar la vida.
No está claro el motivo de que los fármacos se vincularan con unas mayores probabilidades de problemas de salud mental en la adultez, apuntaron los autores del estudio. Solo se halló una asociación entre ambas cosas, no un vínculo causal. Los investigadores enfatizaron que esto no debe disuadir a las madres embarazadas de aceptar esteroides prenatales.
"No quiero que ese sea el mensaje para nadie", dijo el Dr. Ryan Van Lieshout, profesor asistente de psiquiatría y neurociencias conductuales de la Universidad de McMaster en Hamilton, Ontario, Canadá.
En lugar de ello, dijo, los padres y los médicos deben estar conscientes del aumento en los riesgos de salud mental, y estar atentos a cualquier problema en los niños con bajo peso al nacer a medida que crecen.
Los hallazgos, que aparecen en la edición en la revista Pediatrics, ofrecen información sobre cómo les va a los prematuros muy pequeños a medida que pasan a la adultez.
Es bien sabido que esos bebés tienen unos riesgos más altos de problemas posteriores, como autismo, problemas con la atención y dificultades con las habilidades sociales, dijo Brandon Korman, jefe de neuropsicología del Hospital Pediátrico de Miami.
Pero no está claro si algún estudio anterior sopesó el uso prenatal de esteroides, o con qué frecuencia, dijo Korman, que no participó en la nueva investigación. Y advirtió que es demasiado pronto para sacar conclusiones.
"Aunque este estudio sugiere una conexión entre los esteroides prenatales y los problemas psiquiátricos posteriores, esto se ve confundido por la comparación con unos 'controles' [de peso normal al nacer] en lugar de comparar a los individuos prematuros con y sin exposición prenatal a esteroides", comentó.
Para el estudio, el equipo de Van Lieshout entrevistó a 84 adultos nacidos entre 1977 y 1982 con un peso "extremadamente bajo", de menos de 2 libras (0.9 kilos) en promedio. Los compararon con 90 adultos de la misma edad que nacieron con un peso normal.
El estudio encontró que, en general, el grupo de prematuros tenía más del doble de probabilidades de sufrir de un trastorno de ansiedad, de depresión o de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
El aumento en los riesgos fue particularmente alto entre los adultos que habían sido expuestos a esteroides prenatales. Sus probabilidades de fobia social, por ejemplo, eran seis veces más altas, frente al grupo de peso normal al nacer, mientras que su riesgo de TDAH era unas diez veces más alto.
Pero Van Lieshout enfatizó que esos riesgos relativos suenan más preocupantes de lo que en realidad son.
Por ejemplo, de los 84 adultos en el grupo prematuro, apenas ocho tenían TDAH. Cantidades similares sufrían de fobia social, ansiedad general o depresión mayor.
"Los riesgos relativos son bastante altos", dijo Van Lieshout. "Pero sin duda no está garantizado que esos problemas ocurran".
Dijo que el hecho es que muchos adultos que nacieron de forma muy prematura viven vidas felices y sanas.
Además, la atención prenatal y del recién nacido ha experimentado grandes avances después de que nacieran las personas en este estudio. De forma que es "completamente posible" que las perspectivas a largo plazo de los prematuros nacidos en los últimos años sean distintas, aseguró Van Lieshout.
En cuanto al motivo de que los adultos en este estudio se enfrentaran a unos mayores riesgos de salud mental, Van Lieshout dijo que podría haber varias explicaciones. Una es que los prematuros minúsculos con frecuencia se someten a procedimientos mentales, y esos "factores estresantes a principios de la vida" podrían tener efectos duraderos sobre el desarrollo en algunos casos, comentó.
Además, como grupo, los prematuros tienen más problemas de salud y un riesgo más alto de CI bajo que sus pares, lo que podría afectar a su salud mental, planteó.
Pero los prematuros parecen tener un riesgo más bajo de al menos un problema de salud mental: el abuso del alcohol y de las drogas. En este estudio, el grupo de prematuros era menos propenso a tener problemas con el abuso de sustancias, aunque este "efecto protector" no se observó entre los expuestos a los esteroides prenatales.
¿Qué podría explicar estos hallazgos sobre los esteroides? Van Lieshout se mostró de acuerdo en que hay incertidumbre. Esos medicamentos cruzan la placenta, dijo, y podrían potencialmente afectar al cerebro fetal, pero este estudio no pudo probarlo.
"Sin duda otros estudios deben replicar los hallazgos", dijo Van Lieshout.
"Sabemos que es muy importante que las madres reciban esteroides antes del parto si están en peligro de nacimiento prematuro", añadió. "No quiero que nadie evite los esteroides por esto".
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