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Combinación de un medicamento para el corazón y un antibiótico podría ser mortal

Los médicos no deben recetar espironolactona junto con trimetoprima con sulfametoxazol, según un estudio.
La combinación de un medicamento para el corazón muy usado y un antibiótico recetado habitualmente parece aumentar en más del doble el riesgo de muerte súbita en las personas mayores, según un estudio nuevo.
La espironolactona (cuya marca es Aldactone) es un diurético que se usa ampliamente para tratar la insuficiencia cardiaca. Protege al corazón al bloquear a una hormona que provoca la acumulación de la sal y de fluidos.
Pero tomar espironolactona junto con el antibiótico trimetoprima con sulfametoxazol (cuyas marcas son Septra y Bactrim) puede provocar que el potasio en la sangre aumente hasta unos niveles que pueden ser una amenaza para la vida, afirmó el autor principal del estudio, Tony Antoniou, científico del Instituto de Conocimiento Li Ka Shing del Hospital de St. Michael, en Toronto.
"Una de las consecuencias de tener un nivel alto de potasio es que se produzcan unos ritmos cardiacos irregulares que pueden ser bastante peligrosos y provocar una muerte súbita", dijo Antoniou.
Para examinar los posibles peligros de esta combinación de medicamentos, los investigadores combinaron información de varias bases de datos de expedientes de salud y de varios medicamentos recetados para seguir a más de 206,000 pacientes de a partir de 66 años de edad que fueron tratados con espironolactona.
Durante un periodo de 17 años, casi 12,000 personas fallecieron súbitamente, 349 de ellas a los 14 días después de tomar trimetoprima con sulfametoxazol u otro antibiótico. La mayoría de los pacientes que fallecieron tenían más de 85 años.
La trimetoprima con sulfametoxazol se receta a menudo para las infecciones del tracto urinario, y cada año se emiten más de 20 millones de recetas en Estados Unidos para una variedad de infecciones, indicaron los investigadores en la información de respaldo.
Tanto la espironolactona como la trimetoprima con sulfametoxazol son conocidas individualmente por aumentar los niveles de potasio en la sangre, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
A los pacientes con problemas cardiacos a los que se receta espironolactona se les debe observar de cerca para asegurarse de que sus niveles de potasio no se acumulen y provoquen ritmos cardiacos irregulares, señaló el Dr. Mathew Maurer, cardiólogo geriátrico y director médico del Centro HCM del Centro Médico Presbiteriano de Nueva York y de la Universidad de Columbia.
"La espironolactona es un viejo medicamento que ha estado en circulación durante décadas, y ha mostrado un gran impacto en las personas mayores con insuficiencia cardiaca avanzada", dijo Maurer, que también es vocero del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology). "Es de sobra conocido para la comunidad que trata la insuficiencia cardiaca que aunque la espironolactona es un gran medicamento, la gestión y el uso del medicamento tiene que monitorizarse con cuidado".
Las investigaciones previas han mostrado que la combinación de espironolactona y trimetoprima con sulfametoxazol provocó un aumento de 12 veces del riesgo de ser hospitalizado por los altos niveles de potasio en comparación con el uso del medicamento cardiaco con otro antibiótico, la amoxicilina, dijo Antoniou.
"Queríamos ver si esto se traducía en un riesgo mayor de muerte súbita en estos pacientes", dijo.
Los investigadores hallaron que la combinación aumentó el riesgo de muerte súbita en casi 2.5 veces con respecto a la combinación de espironolactona con amoxicilina.
Los autores del estudio también hallaron evidencias de una interacción entre la espironolactona y el antibiótico ciprofloxacina (de marcas Cetraxal y Cipro), que aumentaba el riesgo de una persona de muerte súbita en la mitad, señaló Antoniou.
Aunque el estudio halló una asociación entre el uso combinado de espironolactona y trimetoprima con sulfametoxazol y la muerte súbita de personas mayores, no probó causalidad.
La solución es simple, dijo Antoniou: si un paciente con problemas cardiacos está tomando espironolactona, deberían recetarle un antibiótico distinto si necesita tomar uno. Los médicos también pueden limitar la duración del tratamiento con antibióticos.
"Para estos pacientes, intente evitar, si es posible, esta combinación en particular", dijo. "Deseamos asegurarnos que los farmaceutas y los médicos sean conscientes de esta interacción, pero no creo que se esté prestando atención a que esto pueda ocurrir".
Maurer se mostró de acuerdo en que los médicos deberían evitar esta combinación de medicamentos en particular, sobre todo porque afecta principalmente a las personas mayores vulnerables.
"Si hay algún problema con una interacción de medicamentos, solo puede resultar más grave en una población de personas mayores con problemas cardiacos", indicó.
Los hallazgos aparecen el 2 de febrero en la revista CMAJ (Canadian Medical Association Journal).

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