El objetivo del tratamiento es sanar la bursa o el tendón lesionado. El primer paso es reducir el dolor y la inflamación. Esto se puede conseguir con reposo, inmovilización con un vendaje apretado, elevación del área afectada o tomando medicamentos antiinflamatorios. Aspirina, naproxeno e ibuprofeno sirven para este propósito.
El hielo puede ser de ayuda en las lesiones recientes y graves, pero es de escaso o ningún beneficio en los casos de lesiones crónicas. Cuando el hielo es necesario, se puede colocar en una bolsa sobre el área afectada durante 15 a 20 minutos cada 4 a 6 horas durante unos 3 a 5 días. Un miembro del personal médico puede sugerir la aplicación más prolongada de hielo y ejercicios de estiramiento.
El personal médico también puede sugerir la limitación de las actividades que involucren la articulación afectada.
Se pueden sugerir equipos de soporte tales como:
Otros tratamientos pueden incluir:
Si no hay mejoría, el médico puede inyectar un medicamento en el área que rodea la bursa o el tendón hinchados. Si la articulación sigue sin mejorar después de 6 a 12 meses, el médico puede practicar una cirugía para reparar los daños y aliviar la presión sobre los tendones y las bursas.
Si la bursitis es causada por una infección, el médico recomendará el uso de antibióticos.
Si un tendón está completamente desgarrado, tal vez se requiera cirugía para reparar el daño.
La reparación del desgarro de un tendón exige un programa de ejercicios para restablecer la capacidad de doblar y extender la articulación y para fortalecer los músculos que la rodean para evitar que la lesión se repita. El programa de ejercicios puede durar 6 meses.
1 Comentarios
Muy bien explicado, lo tendré en cuenta para poder mejorar en el tratamiento y así no sufrir tanto, gracias!
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