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Estudio cuestiona beneficios de los escritorios con cintas caminadoras


Añaden unos 1,000 pasos al día para el usuario; al menos una especialista en el ejercicio ve algún valor en los dispositivos.
Con el aumento de las evidencias de que permanecer sentado durante periodos largos no es bueno para el tamaño de su cintura ni su salud en general, se ha empezado a centrar los esfuerzos en las maneras de transformar los lugares de trabajo tradicionales en Estados Unidos.
Una de tales innovaciones que se han planteado como una posible solución es el escritorio con una cinta caminadora. Pero un nuevo estudio puede enfriar parte del entusiasmo sobre estos dispositivos. Los investigadores hallaron que los escritorios son caros, difíciles de incorporar en una oficina y podrían hacer poco por fomentar unos niveles de actividad significativa.
"Se trata todavía de una área de investigación y exploración que está muy verde en cuanto a la identificación de lo que funciona y del mejor modo de implementar los cambios", dijo el autor del estudio, John Schuna Jr., profesor asistente del programa de ciencias del ejercicio y del deporte de la Facultad de Ciencias Biológicas y de Salud de la Población de la Universidad Estatal de Oregón (OSU), en Corvallis.
"Estas cintas caminadoras sí consiguen que algunos empleados aumenten sus niveles de actividad física ligera", reconoció Schuna. "Pero pueden ser caras, requieren de espacio físico y no promueven realmente el tipo de sudoración y falta de aire que resultarían de la actividad intensa, porque no es factible hacer eso mientras se trabaja", dijo.
"Por tanto, pueden ayudar a evitar parte de la reducción general en el nivel de energía física empleada que hemos observado en las oficinas en los últimos 50 años. Pero no van a ser un sustituto para conseguir los 150 minutos a la semana de actividad moderada o intensa que los expertos recomiendan ahora", añadió.
Pero una fisióloga del ejercicio vio algunos beneficios de los escritorios.
Jacque Crockford, fisióloga del ejercicio y especialista en educación del Consejo Americano del Ejercicio (American Council on Exercise, ACE) en San Diego, enfatizó que "cualquier actividad física es mejor que ninguna, independientemente de la intensidad".
Los hallazgos del estudio se publicaron recientemente en la revista Journal of Occupational and Environmental Medicine.

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) recomienda caminar al menos 10,000 pasos al día. Una milla (1.6 km) equivale aproximadamente a 2,000 pasos. La AHA recomienda que se den pasos adicionales cada vez que se pueda, como, por ejemplo, al aparcar el coche lo más lejos que se pueda de la entrada de la oficina, usando las escaleras en lugar de los ascensores y haciendo descansos para caminar a lo largo del día laboral.
Para ver hasta qué punto los escritorios con una cinta caminadora podrían ayudar a avanzar hacia este objetivo en el entorno de las oficinas del mundo real, los autores del estudio pasaron tres meses observando el uso de estos dispositivos por parte de 20 empleados de una compañía de seguros médicos privada.
El objetivo era que los empleados usaran las cintas caminadoras recién instaladas 90 minutos al día en dos sesiones separadas.
Pero la realidad no llegó al objetivo. En promedio, los empleados usaron las cintas caminadoras una vez al día, para un total de solamente 45 minutos, halló el estudio.
Además, la velocidad promedio fue de un poco menos de 2 mph (3.2 kph), una velocidad que los investigadores definieron como de intensidad "ligera", en lugar de la actividad moderada o intensa que se prefiere y que puede llevar a la pérdida de peso.
Al final, las cintas caminadoras añadieron aproximadamente 1,000 pasos al día a los niveles de actividad de los participantes. No resultó sorprendente que su peso y su índice de masa corporal (una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso) hubieran cambiado poco al final del estudio.
"No diría que no recomendaría este tipo de cosas en una oficina", dijo Schuna. "Pero creo que hay ciertos obstáculos logísticos, y quizá beneficios limitados, y dependerá del lugar de trabajo que sea si realmente tiene sentido implementarlas".
Por su parte, Crockford sugirió que las compañías que estén pensando en los escritorios con cintas caminadoras deberían hacerlo como parte de un paquete general de bienestar que podría incluir los grupos para caminar durante la hora del almuerzo, el consejo de expertos sobre la forma física y la dieta, y premios como incentivos para la participación en la actividad física.
"El ACE respalda el uso de las Directrices de Actividad Física para los Estadounidenses de 2008 del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU.", que recomienda 150 minutos de actividad de intensidad moderada a la semana, dijo Crockford.
"Pero para muchas personas, implementar 30 minutos de actividad en 5 días puede ser una tarea ardua si previamente han sido sedentarias. Por lo tanto, las herramientas de implementación como los escritores con cintas caminadoras para los empleados, que de lo contrario pasarían la mayor parte del día sentados (o) inactivos, pueden servir como catalizadores para el cambio y la mejora de la salud a largo plazo", dijo.
James Lowe, jefe de comunicaciones de LifeSpan Fitness, un fabricante importante de cintas caminadoras para el lugar de trabajo con sede en Salt Lake City, se mostró de acuerdo.
"Cada día, oímos de los clientes de escritorios con cintas caminadoras que atribuyen su mejor nivel de salud general, su aumento de energía y su mejora de la productividad a los escritorios con cintas caminadoras", dijo Lowe.
Lowe indicó que los participantes del estudio tenían que compartir el uso de los escritorios con cintas caminadoras, y tenían un horario predeterminado para el tiempo que pasaban en la cinta. Además, las computadoras conectadas a las cintas caminadoras eran compartidas, y solamente dos de los equipos con las cintas tenían teléfonos.
"El estudio de la OSU restringió el uso de los sujetos de los escritorios con cintas caminadoras hasta tal punto que los sujetos nunca tuvieron la oportunidad de alcanzar el número diario de pasos recomendado por la Asociación Americana del Corazón para mantener un buen estado de salud", dijo Lowe. "Si se impidió a los sujetos caminar en los escritorios con cintas caminadoras, ¿cómo se iba a esperar que mejoraran estadísticamente su condición física? Seguimos defendiendo los muchos beneficios de caminar mientras se trabaja".

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