Una hora regular para irse a la cama y límites sobre la cafeína y los aparatos electrónicos en la habitación son clave.
Una hora regular para irse a la cama y otras normas relacionadas con el sueño ayudan a los niños y a los adolescentes a dormir bien de noche, sugiere un estudio reciente.
"Un sueño de buena calidad y suficiente duración es vital para los niños", enfatizó en un comunicado de prensa de la Universidad Estatal de Pensilvania el líder del estudio, Orfeu Buxton, profesor asociado de salud bioconductual de la universidad en College Park, Pensilvania.
"Igual que una dieta saludable y el ejercicio, el sueño es crítico para que los niños se mantengan sanos, crezcan, aprendan, que les vaya bien en la escuela y que tengan el mejor funcionamiento", añadió Buxton.
Los investigadores analizaron las respuestas a unas encuestas de más de 1,100 padres o tutores estadounidenses de niños de 6 a 17 años de edad.
Aunque la mayoría de los padres creían que el sueño era importante, apenas el 10 por ciento de los niños y adolescentes del estudio dormían las horas recomendadas para su grupo de edad. Se recomiendan al menos nueve horas de sueño por noche entre los 6 y los 11 años. De los 12 a los 17, se trata de al menos ocho horas por noche, según el estudio.
Los niños eran más propensos a dormir mejor y más si tenían una hora regular para irse a la cama, y normas como un consumo limitado de cafeína y la prohibición de los aparatos electrónicos en la habitación después de la hora de acostarse, hallaron los investigadores.
"Una consecuencia importante de nuestra sociedad moderna de 24/7 es que para las familias (tanto para los niños como para los cuidadores) resulta difícil dormir de forma adecuada", anotó Buxton.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 26 de enero de la revista Sleep Health.
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