Las dificultades con el sueño, en particular los problemas para quedarse dormidos, son comunes entre los niños pequeños y en edad preescolar que sufren de problemas de salud mental, según un estudio reciente.
"Los problemas para dormir en los niños pequeños con frecuencia ocurren junto con otros problemas conductuales, y la evidencia de un sueño inadecuado se asocia con somnolencia diurna, un ajuste al preescolar menos óptimo, y problemas de irritabilidad, hiperactividad y atención", comentó el autor líder del estudio, John Boekamp, director clínico del programa pediátrico de hospital parcial del Hospital Bradley en Providence, Rhode Island.
Pero dijo que los trastornos del sueño quizá no se reconozcan ni diagnostiquen lo suficiente en los niños pequeños, sobre todo cuando hay problemas conductuales o emocionales.
En el estudio, publicado en línea en la revista Child Psychiatry & Human Development, participaron 183 niños de seis años o menos de edad que recibían tratamiento ambulatorio por problemas psiquiátricos. Los investigadores examinaron la prevalencia de los trastornos del sueño en esos niños, y la naturaleza de dichos problemas.
"Las dificultades del sueño más comunes reportadas nacionalmente entre los niños pequeños y en edad preescolar son los problemas para irse a la cama, para quedarse dormidos y despertar con frecuencia por la noche. De forma colectiva, esos problemas se conocen como insomnios conductuales de la niñez", dijo Boekamp en un comunicado de prensa del hospital.
Los trastornos del sueño reconocidos, en particular el insomnio en el inicio del sueño, fueron más comunes de lo que se anticipaba, hallaron los investigadores. En general, el 41 por ciento de los niños del estudio cumplían con los criterios de diagnóstico de un trastorno del sueño.
Los problemas del sueño fueron más comunes en los niños con una conducta perturbadora y problemas de atención, ansiedad y del estado de ánimo, encontraron los investigadores.
Los problemas tempranos del sueño podrían no solo ser el resultado de los problemas conductuales y emocionales, sino también contribuir a los mismos, anotaron los investigadores.
"En esencia, esos niños pequeños podrían estar atrapados en un círculo en que las perturbaciones del sueño afectan a sus síntomas psiquiátricos y sus síntomas psiquiátricos afectan a la organización de su sueño y su vigilia", planteó Boekamp. "Es importante que las familias estén conscientes de la importancia del sueño para el ajuste conductual y el bienestar de los niños pequeños".
Los problemas del sueño pueden complicar el tratamiento para las conductas difíciles, como la agresividad y las dificultades conductuales y del estado de ánimo. La somnolencia y la fatiga diurnas empeoran esos problemas aún más, anotaron los autores del estudio.
"Este estudio es un magnífico recordatorio de que es esencial que los proveedores de salud mental que trabajan con niños pequeños y sus familias pregunten sobre el sueño de los niños", planteó Boekamp.
"Unas preguntas sencillas sobre los patrones de sueño de los niños, por ejemplo cuánto tarda un niño en dormirse de noche y con qué frecuencia se despierta tras quedarse dormido, podrían proveer una información importante que es relevante para la atención clínica, incluso cuando los problemas del sueño no sean el enfoque principal del tratamiento", explicó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Lifespan Health System, news release,
HealthDay
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