La exposición a una sustancia química común de los plásticos durante el embarazo podría tener efectos sobre el desarrollo genital de los bebés de sexo masculino, insinúa un estudio de tamaño reducido.
Los investigadores hallaron que los bebés varones nacidos de madres con una exposición más alta a una sustancia conocida como DINP tendían a tener una distancia anogenital, que es el espacio entre los genitales y el ano, más corta. La distancia anogenital se conforma en el útero, y se considera como un marcador de la exposición a los andrógenos, las hormonas "masculinas", durante el embarazo.
Los investigadores comentaron que sus hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 29 de octubre de la revista Environmental Health Perspectives, amplían las inquietudes sobre los efectos posibles de ciertos plastificadores en el sistema reproductivo masculino.
Pero los autores también reconocieron que el estudio apunta a una correlación entre el DINP y la distancia anogenital de los chicos, y no necesariamente una relación causal.
"Necesitamos más estudios", dijo Shanna Swan, profesora de medicina preventiva de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. "Este es un estudio con un número bajo de chicos".
Pero dijo que los hallazgos concuerdan con algunas investigaciones sobre otras sustancias del mismo grupo, que en conjunto se conocen como ftalatos.
Los ftalatos se añaden a los plásticos para hacer que sean más flexibles y difíciles de romper. Se usan en una amplia variedad de productos, desde cables eléctricos y partes de coches y materiales de construcción hasta cosméticos, zapatos y juguetes, aunque los fabricantes de EE. UU. dejaron de utilizarlos en los chupetes, los anillos de dentición y los sonajeros en 1999. Las personas pueden resultar expuestas a niveles bajos de ftalatos en la comida, dado que gran parte del suministro alimentario entra en contacto con los plásticos.
No está claro si los ftalatos afectan a la salud humana, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Pero las investigaciones con animales sugieren que algunos ftalatos pueden perturbar la actividad normal de las hormonas. Y un estudio reciente de más de 2,000 estadounidenses vinculó una mayor exposición a los ftalatos con unos niveles de testosterona más bajos en los chicos y en los adultos de mediana edad.
Swan dijo que las preguntas sobre los efectos potenciales del DINP son particularmente importantes, porque la sustancia se utiliza cada vez más. De hecho, anotó, el DINP se ha convertido en un "sustituto" de un ftalato más antiguo, conocido como DEHP, debido a las preocupaciones sobre la seguridad de ese producto químico.
Pero el Consejo Americano de Química (American Chemistry Council, ACC), un grupo comercial del sector, negó que el DINP tenga efectos sobre la actividad hormonal de las personas.
"Como los mismos investigadores indican [en el informe], el Panel Asesor sobre Peligros Crónicos de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE. UU. concluyó que el DINP es un anti andrógeno débil en los animales experimentales", señaló el ACC en una respuesta escrita a los hallazgos.
"Produce efectos en ratas en unos niveles de dosis que son más de 100,000 veces superiores que las exposiciones humanas típicas", añadió el grupo.
Para el estudio, el equipo de Swan midió la distancia anogenital de casi 200 chicos suecos, que tenían en promedio 21 meses de edad. También analizaron muestras de orina tomadas de las madres de los chicos en el primer trimestre del embarazo, para buscar los productos secundarios metabólicos de 10 ftalatos distintos.
En general, encontraron los investigadores, mientras más altos eran los niveles de ftalato de las madres, menor era la distancia anogenital de sus bebés. El vínculo fue más firme respecto a los niveles de DINP.
Pero, ¿por qué importa la distancia anogenital? Swan dijo que una distancia más corta se ha vinculado con una fertilidad más baja en los hombres adultos, aunque los motivos de la conexión no están claros.
Y anotó que "la gran pregunta" es si los bebés varones con una distancia anogenital más corta mantienen esa característica durante toda la vida.
La otra gran pregunta es si los ftalatos son o no el verdadero motivo de los hallazgos actuales. "¿Podría tratarse de otras sustancias del ambiente, o factores aparte de las sustancias artificiales?", se preguntó Swan.
Reconoció que eso no se puede descartar. Pero también dijo que los hallazgos ponen en duda el proceso mediante el cual se descarta un ftalato de forma gradual debido a cuestiones de seguridad, y entonces se reemplaza por otro.
"Parece que tiene que haber una mejor forma de hacerlo", planteó Swan.
Pero el ACC puso en duda la idea de que cualquier tipo de ftalato, a los niveles típicos de exposición del público, tenga efectos nocivos sobre la salud.
"Varias agencias científicas gubernamentales y organismos reguladores de todo el mundo han estudiado a los ftalatos de forma exhaustiva, y esas agencias han concluido que los ftalatos usados en los productos comerciales no plantean un riesgo para la salud humana a los niveles típicos de exposición", señaló el grupo.
Swan aconsejó a las personas que deseen limitar su exposición a los ftalatos comer menos alimentos procesados y más alimentos "enteros". Dijo que también pueden evitar guardar y poner en el microondas alimentos en recipientes plásticos reciclables. Los recipientes con los códigos de reciclaje 3, 6 o 7 pueden contener ftalatos u otra sustancia llamada BPA.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Shanna Swan, Ph.D., professor, preventive medicine, Mount Sinai Icahn School of Medicine, New York City; American Chemistry Council, High Phthalates Panel, written statement; + Environmental Health Perspectives, online
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