El cáncer de ovario es el cuarto en orden de incidencia en mujeres. Al año surgen 3.000 casos, y ocho de cada diez se diagnostican en estados avanzados. El tabaquismo, obesidad y la edad avanzada, incluso que nunca hayan dado a luz son los principales factores de riesgo.
Hoy día es fundamental que las mujeres cuenten con información sobre el cáncer de ovario, ya que es difícil identificar cuáles son los síntomas de alarma que pueden hacer sospechar de la existencia de este tumor. Por este motivo, la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO) ha publicado una infografía en su página web y redes sociales realizada con la colaboración de Roche y basada en Informe “El Cáncer de Ovario en España” 1, en la que se recogen las claves y prioridades del cáncer de ovario en nuestro país. El objetivo es concienciar y sensibilizar sobre esta enfermedad y las necesidades de las pacientes a la población general y a los más de 3.000 casos que surgen cada año en nuestro país. ASACO difundirá la infografía con motivo del Día Mundial del Cáncer que se celebra el próximo 4 de Febrero.
Y es que ocho de cada diez casos de cáncer de ovario se diagnostican en estados avanzados de la enfermedad. ¿La razón? La falta de síntomas fácilmente identificables que este tumor presenta, motivo por el cual cobra especial relevancia la labor informativa tanto de los profesionales sanitarios como de las asociaciones de pacientes.
Además, la incidencia del cáncer de ovario en España puede catalogarse como alta, ya que es el cuarto cáncer en orden de incidencia en mujeres, detrás tan solo del cáncer de mama, el cáncer colorrectal y el cáncer de endometrio, y el segundo si nos centramos en los cánceres ginecológicos.
Tal y como se recoge en la infografía, factores asociados a hábitos de vida tales como el tabaquismo, obesidad o la edad avanzada, así como asociados a aspectos reproductivos como que nunca hayan dado a luz, son los principales factores de riesgo de cáncer de ovario.
En cuanto al tratamiento, varía para cada mujer según sea su situación clínica y el estadio del tumor, siendo la intervención quirúrgica clave y con un doble objetivo: diagnóstico y terapéutico. El éxito de la primera intervención quirúrgica tiene un impacto claro en la supervivencia de las pacientes.
Tras ésta el tratamiento pretende eliminar la enfermedad residual microscópica con el fin de evitar la reaparición del cáncer cuando no se consiguió la resección completa, reducir y eliminar la enfermedad residual macroscópica. El cáncer de ovario es una enfermedad muy quimiosensible por lo que la mayoría de las pacientes recibe un tratamiento de quimioterapia tras la cirugía. Además, también puede realizarse el tratamiento mediante terapias biológicas. En combinación con la quimioterapia puede prolongar tiempo en el que la enfermedad está controlada.
Fuente: Consejos de tu farmaceutico
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