La tricotilomanía es un trastorno del control de los impulsos cuya característica esencial es el arrancamiento recurrente del cabello que da lugar a una pérdida perceptible de pelo.
Puede darse el arrancamiento de pelo en cualquier área del cuerpo dónde esté presente, pero los sitios más frecuentes son la cabeza, las cejas y las pestañas.
El arrancamiento de pelo puede ocurrir en episodios breves distribuidos a lo largo del día o en menor frecuencia, pero de forma sostenida, durante horas.
Los episodios de arrancamiento de pelo aparecen a menudo durante los estados de relajación y distracción (por ejemplo, cuando se lee un libro o se ve la televisión), aunque también pueden expresarse en situaciones estresantes. Inmediatamente antes de arrancarse el cabello, el individuo experimenta una tensión creciente que se libera o gratifica cuando el cabello es arrancado. Algunas personas manifiestan sentir un hormigueo en el cuero cabelludo que es aliviado al arrancar el pelo.
La alteración puede causar deterioro de la vida social, laboral u otras áreas importantes de la vida del individuo.
Estos sujetos suelen sufrir de síntomas asociados como la sujeción de trenza entre los dientes y la tricofagia o ingesta de los cabellos arrancados. Normalmente se esconden de la presencia de otros e incluso evitan las situaciones sociales, son, por tanto bastante introvertidos. Niegan su comportamiento y ocultan o camuflan la alopecia resultante.
Algunos tienen la necesidad de arrancar pelo a otras personas y tratan de encontrar oportunidades. También tienden a arrancar el pelo a animales domésticos, muñecas u otros materiales fibrosos como sueters o alfombras. Morderse las uñas, rascarse, mordisquear y hacerse excoriaciones son comportamientos muy asociados.
Estas personas también pueden sufrir de trastornos del estado de ánimo como depresión, trastornos de ansiedad como el obsesivo compulsivo, consumo de sustancias o retraso mental, lo cual podría ser desencadenante de la conducta.
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