Las personas con apnea del sueño tienen unos niveles más bajos de capacidad aeróbica, halla un estudio reciente.
La apnea del sueño hace que las vías respiratorias superiores sean bloqueadas por el tejido blando de la parte trasera de la garganta durante el sueño. Esto provoca pausas en la respiración y otros síntomas, como resuellos y ronquidos.
La investigación incluyó a 15 adultos con apnea obstructiva del sueño entre moderada y grave, y un grupo de comparación de 19 adultos con apnea leve o sin apnea. Pedalearon en una bicicleta estática con unos niveles de resistencia crecientemente difíciles, algo similar a subir por una pendiente cada vez más inclinada, y continuaron hasta estar exhaustos.
En promedio, las personas del grupo de apnea del sueño puntuaron un 14 por ciento más bajo en una prueba que mide la cantidad máxima de oxígeno que una persona puede absorber durante el ejercicio. Esa medida se conoce como VO2 max.
Las personas con apnea del sueño son más propensas a tener sobrepeso o ser obesas, y por tanto a tener una peor condición física, anotaron los investigadores. Pero hallaron que las personas con apnea del sueño tenían una peor forma física aeróbica que los del grupo de comparación, aunque tuvieran el mismo tamaño corporal.
Aunque este estudio halló una asociación entre una absorción más baja de oxígeno durante la actividad y la apnea del sueño, no se diseñó para probar que la apnea fuera la causa definitiva de esta diferencia.
"Animar a los pacientes a hacer más ejercicio es parte de la historia, pero no toda la historia", apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de California el autor líder, el Dr. Jeremy Beitler, profesor clínico asistente de medicina pulmonar y de atención crítica de la Facultad de Medicina de la universidad, en San Diego.
"Creemos que la apnea del sueño por sí misma provoca cambios estructurales en el músculo que contribuyen a su dificultad para hacer ejercicio", añadió.
Los investigadores dijeron que medir el VO2 max podría ayudar a identificar a los pacientes de apnea del sueño con un mayor riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular, lo que podría fomentar un tratamiento más temprano de la apnea del sueño, que no se diagnostica lo suficiente y que con frecuencia no se trata.
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