El tratamiento también mejoró la salud de los vasos sanguíneos, pero la terapia es costosa y se desconocen los resultados a largo plazo.
Los niños extremadamente obesos de un programa residencial de tratamiento de diez meses perdieron más peso que sus contrapartes, y parecieron revertir el daño de las arterias que podría resultar en el bloqueo de las arterias y en enfermedades cardíacas, según un nuevo estudio de Bélgica.
Los niños obesos del programa de intervención perdieron unas 60 libras (27 kilos). Por otro lado, los niños que recibieron la consejería estándar sobre la dieta y el ejercicio aumentaron más de 16 libras (7 kilos), según el estudio.
En el panorama general, el estudio prueba que "el riesgo cardiovascular en los niños muy obesos se puede reducir a través de un programa de tratamiento residencial que se enfoque en la dieta y el ejercicio", aseguró el autor líder del estudio, el Dr. Luc Bruyndonckx, investigador postdoctoral de la Universidad de Amberes y del Hospital de la Universidad de Amberes.
El estudio aparece en la revista Pediatrics.
Se calcula que uno de cada tres niños de Estados Unidos tiene sobrepeso o es obeso, según los estimados más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Hasta el 70 por ciento de los niños obesos de 5 a 17 años ya tienen al menos un factor de riesgo de enfermedad cardiaca, como hipertensión o colesterol alto, anotaron los CDC.
En el nuevo estudio belga, los investigadores siguieron a 33 niños (24 chicas y 9 chicos, con una edad promedio de 15 años) durante 10 meses mientras vivían en un centro residencial para perder peso. Los investigadores también siguieron a 28 niños similarmente obesos a quienes se animó a reducir las calorías y a hacer ejercicio en casa. Para el final del estudio de 10 meses, seis niños habían abandonado la intervención residencial y siete habían abandonado el grupo de atención usual.
Para ser incluidos en el estudio, los niños menores de 16 años debían tener un índice de masa corporal en el percentil 97 para su edad y sexo. Eso significa que eran más obesos que el 97 por ciento de sus pares. El índice de masa corporal (IMC) es un cálculo de los niveles de grasa corporal de una persona. Según los CDC, un IMC por encima de 30 se considera obesidad. Los niños a partir de 16 años debían tener un IMC de 35 o más para ser incluidos en el estudio.
Los niños del programa "comienzan el tratamiento en las vacaciones de verano, y comienzan la escuela en septiembre en el centro", dijo Bruyndonckx. "El tratamiento dura hasta junio del año siguiente. El fin de semana, los niños vuelven con sus padres".
Los niños del programa solo podían comer de 1,500 a 1,800 calorías al día. También participaban en actividad física todos los días, y recibían un respaldo de salud mental.
El peso, los niveles de grasa corporal, los niveles de colesterol y la presión arterial mejoraron en los niños que participaron en el programa residencial. Además, el estudio fue el primero en mostrar que los niños obesos pueden revertir el daño en las arterias que se considera como el primer paso hacia unas arterias bloqueadas, señaló Bruyndonckx.
El estudio no incluyó ninguna información a largo plazo sobre los niños, así que no se sabe si lograron no volver a recuperar el peso y sostener las mejoras en la salud de sus vasos sanguíneos.
Un problema significativo es el costo del programa. Los investigadores estimaron que el programa residencial cuesta unos 260 dólares por niño al día. Pero Bruyndonckx apuntó que los adultos obesos también son costosos para la sociedad.
"Creemos que el tratamiento residencial tiene un lugar para los adolescentes y niños motivados con obesidad grave" para quienes el tratamiento regular no es suficiente, planteó Bruyndonckx.
La Dra. Caroline Apovian, profesora de medicina y pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, aseguró que el estudio parece válido. Es significativo porque muestra la reversión de los problemas de las arterias, dijo.
"La disfunción endotelial es el inicio de la enfermedad cardíaca, y es sorprendente verla en la adolescencia", apuntó Apovian.
"Esto importa mucho a largo plazo, siempre y cuando se mantenga la pérdida de peso", añadió.
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