¿Te comparas con los demás?

¿Te pasa que a veces (y muy por dentro tuyo) te comparas con los demás y piensas que tú deberías ya tener lo que ellos tienen? Puede que se trate de tener hijos, o de tener la pareja ideal, o de tener un trabajo como el que tienen ellos... en fin, ¡la lista puede ser larga!

La cosa es que a todos nos pasa en cierta medida que nos comparamos con los demás. 

Mucho peor cuando entramos en Facebook y vemos aquellas personas que sólo cuentan lo bien que se la pasan, los muchos lugares a los que van, lo muy felices que están y tú, del otro lado de la pantalla estás en uno de esos momentos en la vida de confusión total o de tristeza.

Compararte con los demás, si bien puede ser natural, es un partido que no se puede ganar en la vida. Primero, porque si tienes este hábito, no importa cuánto progreses, encontrarás gente que tiene más que tú, que ha llegado más lejos que tú, que es más feliz que tú.

Lo importante es compararte contigo, ese es el partido que puedes ganar. Mira para atrás, justamente ahora que estamos a iniciando el año, y date cuenta del inmenso progreso que has hecho en tu vida. Mira de dónde vienes y hasta dónde has llegado. 

Valora cada paso que has dado, cada logro que has acumulado. La verdadera felicidad no está en LLEGAR a ningún lado en especial, si no en darte cuenta que vas progresando cada día más en pos de tu propósito, de aquello que te hace brillar.

Valora también tus talentos y todo lo que tienes. Valorando tus fortalezas y armándote en función de ellas, es que realmente puedes ganar un gran partido.

Recuerda siempre que tu mayor aliado o tu peor enemigo eres tu mismo(a).