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10 pasos para identificar malos consejos médicos y dietéticos en la prensa

A veces, informaciones que se vuelven "virales" sin que tengan sustento pueden generar situaciones de pánico.


Cuando el periódico británico The Independent analizó las 20 historias más compartidas del año pasado con la palabra cáncer en el titular, más de la mitad incluía afirmaciones que las autoridades sanitarias o los médicos habían desacreditado.

Sin embargo, millones de personas las habían considerado lo suficientemente interesantes como para compartirlas en las redes sociales.

Si las historias de noticias falsas sobre la política pueden influir en los patrones de votación, entonces ¿podrían historias de salud sobre tratamientos no probados llevar a que la gente suspenda su tratamiento médico en favor de la última recomendación de un artículo cualquiera?

Algunos temen que esos artículos puedan ser peligrosos.

Y todos sabemos que debemos ser cautelosos, pero ¿cómo saber si algo que vemos en Facebook o Twitter se basa en resultados científicos confiables?

Trucos

Cada día recibo decenas de correos electrónicos de empresas de relaciones públicas, a veces sobre muy buenas investigaciones, a veces sobre tonterías.

Al igual que otros periodistas especializados en el tema de la salud, tengo mis trucos para detectar cuál es cuál.
Un sánduche de tocineta
Las bondades y peligros de las grasas es uno de esos temas en el que los científicos parecen no ponerse de acuerdo.

Derechos de autor de la imagen

Quizás, la manera de estar seguro de la calidad de lo que estás leyendo es comenzar a emplear las mismas tácticas.

Pero no sólo las mías: consulté a otros tres periodistas de salud con experiencia para que nos dieran sus consejos: Sarah Boseley, editora de The Guardian; James Gallagher, periodista de Ciencia y Salud de la BBC; e Ivan Oransky, columnista en Stat News y distinguido escritor en residencia en la Universidad de Nueva York.


He aquí las recomendaciones que reuní:

1. Busca la fuente del artículo. Comprueba que es de un periódico, sitio web o una organización de radiodifusión con una buena reputación.

2. Pregúntate si ese hallazgo es realmente plausible. Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es.

3. Si se describe como "el secreto que incluso los médicos no te dirán", ten cuidado.

Los médicos no tienen mucho que ganar manteniendo tratamientos eficaces en secreto. Quieren curar a la gente y están para eso.

4. Cuanto más significativo sea el avance científico, más evidencia se necesitará para determinar que es verdad.

Si realmente es un tremendo avance, habrá sido probado en miles de pacientes, publicado en revistas médicas y cubierto por los medios más importantes de todo el mundo.

Si es algo tan nuevo que sólo un médico lo recomienda, haría bien esperar más pruebas antes de seguir cualquier consejo de salud.
5. Si el artículo dice que la investigación se ha publicado en una revista en particular, haz una búsqueda rápida en internet para comprobar que la revista es revisada por otros especialistas.

Esto significa que antes de que un artículo pueda ser publicado, se envía para el escrutinio de los científicos que trabajan en el mismo campo.

Ocasionalmente, incluso los textos revisados por colegas deben retractarse si se descubre después que los resultados son fraudulentos, pero en la gran mayoría no es así.

Si la investigación no ha sido publicada en una revista revisada por especialistas, sé más escéptico.
6. ¿El maravilloso tratamiento ha sido probado en seres humanos? ¿O sólo en un tubo de ensayo o en ratones?
Si no se han realizado ensayos en seres humanos, el tratamiento puede ser prometedor e interesante desde el punto de vista científico, pero es demasiado pronto para decir si alguna vez será viable para las personas.
7. Internet puede ahorrarte mucho tiempo.

Comprueba las informaciones en un sitio digital que reseñe la cobertura de noticias -como Health News Review-, y es posible que encuentres que han hecho ya el trabajo difícil por ti.

8. Si no es así, busca el nombre de los periodistas para ver lo que suelen escribir.

Si escriben regularmente sobre Ciencia o Salud, es más probable que sepan hacerse las preguntas apropiadas acerca de un nuevo tratamiento.

9. Haz una búsqueda en internet de los detalles de la historia, además de la palabra "mito" o "engaño". Puedes encontrar que ya ha sido criticada en otro lugar.

10. Finalmente, una vez que hayas establecido que una historia de salud no es falsa y ha sido publicada en una revista de buena reputación, es posible que quieras comprobar la metodología de la investigación.

Hay sitios especializados -por ejemplo,NHS Behind the Headlines en Reino Unido- que examinan los estudios en detalle, discutiendo cómo se hicieron y si han sido reportados correctamente en la prensa.

Fuente: BBC

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